El 19 de octubre es el Día Internacional del cáncer de mama, una fecha instituida por la Organización Mundial de la Salud y por distintas entidades en todo el mundo, para sensibilizar y promover la detección precoz de este tumor.
Tanto en el país como en Córdoba, se trata del tipo de cáncer más frecuente entre las mujeres. Según el Registro Provincial de Tumores de Córdoba (RPTC), la tasa de incidencia en la provincia es de 60 casos cada 100.000 mujeres, y se dan 20 muertes también cada 100.000 mujeres.
El cáncer de mama puede afectar a mujeres de todas las edades. A nivel mundial se registran cada vez más casos a edades tempranas; tendencia que también se observa en Córdoba, de acuerdo a los datos preliminares de un trabajo conjunto entre AOCC y el RPTC que se presentará en el próximo Congreso de Oncología. No obstante, sigue siendo más frecuente a partir de los 45-50 años.
Prevención y detección precoz
Este tipo de tumores es difícil de prevenir, ya que en su desarrollo intervienen factores ambientales y genéticos; algunos de los cuales aún se desconocen. Sin embargo, algunos hábitos saludables pueden contribuir a reducir el riesgo:
- Alimentación equilibrada: reducir el consumo de grasas de origen animal y sumar frutas y verduras
- Limitar el consumo de alcohol o evitarlo por completo
- Realizar actividad física regular: al menos 30 minutos al día, todos los días
- Mantener un peso saludable
En este marco, cobra especial importancia la detección precoz, que aumenta las chances de curación. La principal herramienta es la mamografía, recomendada a partir de los 40, cada uno o dos años. También pueden ser útiles, sobre todo para las mujeres fuera de ese rango etario, el examen clínico mamario, que realizan profesionales de la salud en consultorio, o la ecografía mamaria.
La resonancia magnética mamaria se ha sumado en los últimos años en situaciones particulares, para mayor precisión diagnóstica en población con riesgo aumentado por antecedentes familiares o por presentar mamas densas, entre otras circunstancias.
En Córdoba, estas técnicas están disponibles en el sistema de salud, tanto en el sector público como en el privado. También se cuenta con instituciones adecuadas y profesionales capacitados para su diagnóstico y tratamiento (cirugía, quimioterapia, terapias biológicas, radioterapia).
Es preciso remarcar que, luego de realizarse una mamografía o cualquier otro estudio de imágenes, es fundamental retirar el resultado y tener una consulta ginecológica para valorarlo.
Córdoba Rosa
La Provincia de Córdoba sancionó en 2017 la Ley 10.503, que dio origen a la campaña y al Foro “Córdoba Rosa”, que tienen como objetivo promover la concientización activa sobre el cáncer de mama.
A lo largo de todo octubre, se llevan adelante diversas iniciativas sanitarias y comunitarias, organizadas por los distintos niveles gubernamentales y por organizaciones de la sociedad civil. La AOCC se ha sumado a estas acciones, acompañando a las fundaciones Corazón de Mujer y Amazonas en distintas charlas informativas y participando del Foro.
Las fotos que ilustran esta nota corresponden a una actividad en el establecimiento penitenciario de Bower, en la que disertó el Dr. Lucas Caussa, invitado por Amazonas, junto al Ministerio de Justicia y la Secretaría de la Mujer de la Provincia de Córdoba.
Cáncer de mama metastásico
El cáncer de mama metastásico (también llamado cáncer en estadío IV) se da cuando aparecen metástasis fuera de la mama hacia otras partes del cuerpo, con mayor frecuencia en los huesos, los pulmones, el hígado y el cerebro. Según Breastcancer.org, casi el 30 % de las mujeres diagnosticadas con cáncer de mama en estadio temprano desarrollan un cáncer metastásico.
Por eso, además de la detección precoz, es clave el abordaje interdisciplinario de los casos y el acceso oportuno a los tratamientos.
También es importante saber que, ante un diagnóstico de metástasis, hay opciones terapéuticas con buenos resultados. Si bien en estos casos no existe una cura, se puede mantener el control de la enfermedad durante muchos años.
No obstante, desde los estados, las instituciones científicas y la industria farmacéutica se debe sostener e intensificar la investigación sobre este tema, para saber más acerca de por qué ocurren estas metástasis, cómo evitarlas y cómo tratarlas de manera eficaz.
Asesoramiento genético y cáncer de mama
La mayoría de los casos de cáncer de mama son esporádicos, es decir, no existe un componente genético que determine su desarrollo.
Cuando existen antecedentes familiares, es importante prestar atención y conversarlo con el/la especialista en ginecología y en oncología, ya que en algunos casos se pueden heredar cambios en la información genética que incrementa el riesgo de desarrollar cáncer de mama. Los genes BRCA1 y BRCA2 son los involucrados con mayor frecuencia y las mujeres portadoras de variantes patogénicas presentan mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama, ovario y páncreas a lo largo de la vida.
Sin embargo, tener antecedentes familiares no implica necesariamente que haya un cambio genético que afecte en gran medida ese riesgo. Se pueden hacer pruebas para identificar mutaciones, pero es importante aclarar que no en todos los casos están indicados o son útiles estos estudios.
En primer lugar, se deben valorar los antecedentes: cuántas personas afectadas hay en la familia, la edad en la que fueron diagnosticadas (una edad más temprana es más preocupante) y el grado de parentesco (cuanto más cercano el parentesco -madres o hermanas- más importante es el antecedente). También, tener en cuenta los diagnósticos (tipos de cáncer) involucrados.
Es importante hacer una consulta de Asesoramiento Genético Oncológico para evaluar si es necesario o no realizar un test genético en particular, y sobre todo, para recibir acompañamiento en relación a la interpretación de los resultados.
Colaboraron para esta nota: Dra. Juliana Mandrile, Dra. Claudia Martín, Dra. Verónica Vera