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febrero 9, 2025
Día mundial del cáncer: resolver la inequidad es clave para una atención centrada en las personas

En el Día mundial del cáncer, la Unión Internacional por el Control del Cáncer (UICC) promueve desde este año y hasta 2027 la campaña “Unidos por lo único”, con el objetivo de reconocer la diversidad de historias, necesidades y perspectivas de quienes transitan una enfermedad oncológica, pero haciendo foco en un objetivo común: reducir la carga global de cáncer y brindar una atención de alta calidad, centrada en las personas. 

El cuidado centrado en las personas busca profundizar la conexión no solo entre los equipos de salud y los pacientes, sino con toda la comunidad. Priorizar al individuo por sobre la enfermedad no es un concepto nuevo. Hay amplio consenso en que se trata de una manera efectiva de mejorar los resultados de salud y la experiencia de las personas que viven con cáncer. Aún así, según UICC, este abordaje es raramente puesto en práctica en forma efectiva debido a distintas barreras, que incluyen la falta de voluntad política, la presión financiera, restricción en los recursos, educación y entrenamiento insuficientes, resistencia al cambio e inequidad sistémica.

Desde la AOCC, adherimos a esta propuesta, con la mirada puesta en lo local. En ese sentido, seguimos apostando por la vinculación con las organizaciones de la sociedad civil, para conocer las historias de quienes transitan esta enfermedad, escuchar sus necesidades y articular acciones. También, a través de la formación continua y de propuestas como el Comité Interinstitucional de Tumores buscamos mantener actualizados a los profesionales de nuestro medio y fortalecer la perspectiva interdisciplinaria, personalizada e integral. Nuestro Comité es particularmente útil para quienes se desempeñan en centros más chicos o alejados de la capital, porque facilita las discusiones de casos con especialistas de todas las disciplinas.

Con nuestro trabajo conjunto con el Registro Provincial de Tumores de Córdoba, nos propusimos fortalecer la vigilancia del cáncer en la provincia, mediando con los efectores para mejorar la fluidez en la recolección de los datos. Además, contribuimos a visibilizar el rol del Registro y concientizar acerca de la importancia de contar con datos de calidad como herramienta fundamental para la formulación de políticas públicas.

Pero el gran desafío, sobre todo para nuestros países, sigue siendo la inequidad, e incluso en este momento, la falta de acceso oportuno a los tratamientos de calidad, independientemente de si la persona tiene una obra social (y cuál) o si cuenta con cobertura pública exclusiva.

Como ya hemos mencionado en este espacio, el riesgo de morir por cáncer es menor en los países socioeconómicamente mejor posicionados, debido al acceso a servicios sanitarios de diagnóstico y opciones terapéuticas más sofisticadas. En cambio, los países con nivel de desarrollo medio/medio-alto, tienen un registro de nuevos casos cercano al de los países más avanzados por estilo de vida, pero con mayor mortalidad, lo que pone en evidencia importantes diferencias en el acceso a servicios de salud entre su población.

Los países con menor brecha entre los que más y menos tienen son aquellos que han privilegiado la consolidación de sistemas educativos y sanitarios más igualitarios. Si quienes toman decisiones políticas a nivel global y local no adoptan medidas que realmente tiendan a reducir la inequidad, priorizando el fortalecimiento de la educación y del acceso a servicios de salud de calidad y promoviendo el trabajo con ingresos dignos, solo podremos reducir de manera desigual el riesgo de enfermar y morir de cáncer.

Es preciso mencionar también las dificultades que atraviesan los profesionales de la salud para afrontar la atención cotidiana: sobrecarga asistencial y administrativa, bajos honorarios y en algunos casos, condiciones edilicias deficientes en clínicas y hospitales. Esto, además, en un contexto en que el avance tecnológico y científico (que celebramos) genera fuertes desafíos presupuestarios, ya que los nuevos métodos diagnósticos o terapéuticos se llevan una porción cada vez mayor de los recursos sin que eso se refleje necesariamente en mejores resultados para todos, debido en parte a distorsiones del sistema de evaluación del impacto de estas innovaciones; por un lado, y a la persistente desigualdad ya mencionada, por el otro.

Esto no significa que los equipos de salud deban abandonar los esfuerzos por lograr una atención centrada en las personas; por el contrario, implica renovar nuestro compromiso, expresar nuestra opinión y elevar nuestras inquietudes a las autoridades, para encontrar mejores soluciones para la prevención, detección precoz y tratamiento de las enfermedades oncológicas.

En un nuevo Día mundial del cáncer, reafirmamos la intención de trabajo conjunto con nuestra comunidad; y abogamos por mejores cuidados para quienes viven con cáncer y mejores entornos de trabajo para nuestros colegas.

 

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